La primera ponencia de CH37 hablará de los beneficios de la leche de la oveja churra impartida por Javier Fontecha, investigador del CSIC. Grupo Biomarcadores lipídicos en alimentación y salud del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL, CSIC-UAM)

Además, este experto nos ha hecho llegar un interesante estudio del yogur de leche de oveja churra (semidesnatado y entero) que determina que no altera el colesterol plasmático (total, HDL-, LDL-) ni los triglicéridos de sujetos sanos

Estudio del efecto del consumo de yogur de leche de oveja churra (semidesnatado y entero) y de leche de vaca, en el perfil lipídico plasmático de sujetos sanos: un estudio clínico cruzado.

Effect of ewe’s (semi-skimmed and whole) and cow’s milk yogurt consumption on the lipid profile of control subjects: a crossover study. Begoña Olmedilla-Alonso, Esther Nova-Rebato, Natalia García-González, Ana-Belén Martín-Diana, Javier Fontecha, David Delgado, Ana-Elisa Gredilla, Francisco Bueno & Carmen Asensio-Vegas (2017) Food & Nutrition Research, 61:1. https://doi.org/10.1080/16546628.2017.1391669

El yogur es el producto lácteo fermentado más consumido en todo el mundo. Este estudio ha utilizado leche de oveja churra y leche de vaca, que tiene un menor contenido en grasa que los de oveja y un perfil lipídico diferente. Se investigó el efecto sobre el perfil lipídico plasmático de sujetos control (sanos) de tres yogures diferentes: (a) yogur semidesnatado de leche de oveja (2,8% de grasa); (b) yogur entero de leche de oveja (5,8% de grasa); (c) yogur de leche de vaca (3% de grasa láctea).

En el estudio clínico cruzado y aleatorizado, participaron 30 adultos (16 mujeres y 14 hombres) que consumieron 250 g/yogur/día durante tres periodos consecutivos de 5 semanas separados por lavados de 4 semanas. Se recogieron muestras de sangre al inicio y al final de cada período para analizar el colesterol sérico (total, HDL-, LDL-) y los triglicéridos. No se encontraron diferencias en las concentraciones séricas de las fracciones lipídicas y lipoproteicas de los voluntarios tras la ingesta de ninguno de los tres tipos de yogures.

Cuando se agrupó a los voluntarios en dos grupos de riesgo en función de su relación colesterol total/colesterol HDL, se encontraron las mismas diferencias entre los grupos en cuanto a las respuestas del colesterol (HDL-, LDL-) y los triglicéridos al inicio y tras la ingesta de yogur, sin efectos debidos a los distintos tipos de yogures. Además, se realizó un análisis de la composición de los yogures que incluyó la determinación de proteínas, grasas, minerales y ácidos grasos (AG). Los contenidos en proteínas, calcio, magnesio, nitrógeno no proteico y algunos AG (principalmente AG de cadena corta) fueron superiores en el yogur de leche de oveja que en el de leche de vaca. La relación n6/n3 fue inferior en el yogur de leche de oveja debido a su mayor proporción en ácidos omega-3. En conclusión, la ingesta de yogur, de leche de oveja y de vaca, a niveles de consumo compatibles con una dieta variada, no disminuye ni aumenta los niveles plasmáticos de colesterol de lipoproteínas en individuos sanos.

En conclusión, dado que el yogur de leche de oveja tiene un alto contenido en macro y micronutrientes, la población sana podría beneficiarse de su consumo.