Artículo del Dr. Ingeniero de Montes y Profesor Titular de la Universidad de Valladolid, José Arturo Reque Kilchenmann, quién participará en la Feria Churra con una ponencia el sábado 4 de junio a las 10.30 horas sobre «El Silvopastoralismo hacia un modelo de ganadero sostenible»

 

Cualquier modelo de gestión de recursos naturales renovables se debe fundamentar en tres pilares: ser ambientalmente respetuoso, socialmente aceptable y viable desde el punto de vista económico.  En el caso de la gestión de los bosques en Europa estos principios se amplían incluyendo los siguientes criterios[1] como directrices: a) MANTENIMIENTO Y MEJORA APROPIADA DE LOS RECURSOS FORESTALES Y SU CONTRIBUCIÓN A LOS CICLOS DEL CARBONO.  Es conocido el muy positivo efecto de los bosques de cara a la fijación de carbono y su contribución a combatir el cambio climático por lo que cualquier intervención en los bosques deberá considerar siempre su mejora., b) MANTENIMIENTO Y MEJORA DE LA SALUD Y VITALIDAD DE LOS ECOSISTEMAS FORESTALES. Es obvio que los bosques deberán gestionarse para que su vitalidad sea óptima poder regenerarse y para ser capaces de adaptarse a escenarios de cambio climático, incendios forestales, tormentas o plagas y enfermedades, c) MANTENIMIENTO Y MEJORA DE LA FUNCIÓN PRODUCTORA DE LOS BOSQUES (MADERA Y OTROS). No se debe olvidar que la sociedad requiere de los productos del bosque (madera, resinas, frutos silvestres, etc.). Tampoco se debe ignorar que “el bosque tiene dueño”, ya sea un particular, un municipio y una gestión respetuosa del recurso forestal contribuirá al desarrollo económico, máxime cuando la mayoría de bosques se asientan en zonas rurales, d) MANTENIMIENTO, CONSERVACIÓN Y APROPIADA MEJORA DE LA BIODIVERSIDAD EN ECOSISTEMAS FORESTALES. La conservación de la biodiversidad asociada a los bosques ha pasado a ser clave en la selvicultura del siglo XXI, e) MANTENIMIENTO Y MEJORA DE LA FUNCIÓN PROTECTORA DE LOS BOSQUES (ESPECIALMENTE SOBRE EL SUELO Y EL AGUA). Una gran representación de los bosques españoles cumple con importantísimas funciones de protección de suelos y contribuyen a frenar la erosión. Este criterio es especialmente significativo en terrenos en pendiente y en montaña, f) MANTENIMIENTO DE OTRAS FUNCIONES Y CONDICIONES SOCIOECONÓMICAS. Los bosques son apreciados espacios para el recreo y el esparcimiento que deben siempre ser considerados. También la gestión forestal genera empleos y actividad económica en zonas rurales, frecuentemente con grave riesgo de despoblamiento.

La importancia que en cada bosque concreto se da a cada criterio variará notablemente en función de su situación, propiedad y posibilidades productivas. Dos estrategias de gestión definen la selvicultura española: En primer lugar, la corta de árboles, que siempre deberá ejecutarse considerando los criterios anteriormente expuestos. La tala de árboles puede conducir a la deforestación si se ejecuta sin criterios técnicos o selvícolas o puede contribuir a cumplir con los criterios anteriormente expuestos. La no gestión en nuestros bosques conlleva inevitablemente a que el suministro de productos forestales se obtenga de zonas del mundo en los que la gestión forestal sostenible no existe lo que sí contribuye peligrosamente a la deforestación a nivel planetario. En segundo lugar, y muy característico de la selvicultura mediterránea, es la presencia de ganadería extensiva en los montes: el silvopastoralismo. Una sobrecarga ganadera descontrolada en el monte conduce inevitablemente a fenómenos erosivos, de degradación de los suelos y a falta de regeneración del bosque. Por el contrario, bien gestionada, la ganadería extensiva en el monte tiene innumerables efectos positivos para el medio ambiente y la sociedad como pueden ser la fijación de carbono en el suelo, la disminución del riesgo de incendios, el mantenimiento de la biodiversidad y paisajes o el simple, pero esencial, mantenimiento de actividad económica en el mundo rural.

José Arturo Reque Kilchenmann

[1] CRITERIOS E INDICADORES Y DIRECTRICES GENERALES PANEUROPEAS A ESCALA OPERATIVA PARA UNA GESTIÓN SOSTENIBLE DE LOS BOSQUES