¡Estamos encantados de que la IGP Lechazo de Castilla y León sea uno de nuestros patrocinadores en la 34º edición de la Feria Churra! Pero, ¿qué sabes de esta entidad que promueve y defiende la calidad de nuestro lechazo y apuesta por la sostenibilidad y el mundo rural?
Con el objetivo de proteger un producto que se obtiene y consume de manera tradicional desde tiempos de la colonización romana, el cual nuestros asadores cuidan y preparan de forma magistral, nace la IGP Lechazo de Castilla y León.
IGP significa indicación Geográfica Protegida y nos indica que estos lechazos nacen y se crían en Castilla y León de las razas autóctonas Churra, Castellana y Ojalada con carne tierna, jugosa y de sabor suave
IGP significa indicación Geográfica Protegida y nos indica que estos lechazos nacen y se crían en Castilla y León de las razas autóctonas Churra, Castellana y Ojalada con carne tierna, jugosa y de sabor suave. Son las únicas razas altamente especializadas en producción de lechazos con características únicas en cuanto a terneza, jugosidad, olor, sabor y textura, que las distinguen de cualquier otra raza ovina por lo que es un producto de altísima calidad, apreciado en todas las mesas y digno de todo reconocimiento.
¿Cuáles son las diferencias entre las razas y las claves para esa carne tan especial?
Churra: Una de las razas más antiguas de la Península Ibérica cuyo origen y distribución se sitúa en la mitad norte de la Cuenca del Duero, principalmente en Tierra de Campos y Cerrato de Palencia.
Ojalada: Su nombre procede de la mancha negra que circunda los ojos. El área de dispersión se localiza en el sur e la provincia de Soria, ocupando terrenos esteparios de monte bajo y plantas aromáticas
Castellana: Cuenta con dos variedades: la blanca, distribuida en Ávila, Salamanca, Valladolid y Zamora; y la raza negra, cuya mayor concentración y pureza la alcanza en la Comarca de Aliste (Zamora)
Las claves de esa carne tierna, jugosa, de color rosa pálido o blanco nacarado, con escasa infiltración de grasa, textura muy suave y de gran jugosidad son las siguientes:
PESO DE CANAL
· Sin cabeza, ni asadura y con epiplón: de 4,5 a 7 Kg.
· Con cabeza, asadura y epiplón: de 5,5 a 8 Kg.
GRASA
· Externa de color cereo
· El epiplón cubrirá el canal
· Riñones cubiertos en más de la mitad de la superficie
· Escasa filtración de grasa intramuscular
La zona de producción de lechazo amparada por la IGP comprende toda la Comunidad de Castilla y León, gestionando las explotaciones de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente, fijando población en el medio rural y poniendo en valor el emblema gastronómico de Castilla y León: el lechazo. Además, el Consejo Regulador IGP garantiza el control en todas las fases de producción del lechazo permitiendo al consumidor disponer de datos claros sobre el origen y calidad del producto a través del código de trazabilidad de las vitolas con una sencilla consulta al Consejo Regulador, reconocido por la UE.
En este sentido es muy importante señalar que el acto final del proceso de control en la producción de lechazos es la etiqueta colgante identificativa y la vitola
La etiqueta va adherida al lomo del lechazo que contiene: Código numérico, Fecha de sacrificio, Identificación del Operador Comercial. Mientras que la vitola de papel resistente al fuego, lo que permite que esta identificación pueda llegar al plato. De color rojo y el logotipo de la IGP del Lechazo de Castilla y León, contiene un código numérico y la fecha de sacrificio. Estos datos nos permiten seguir la trazabilidad hasta el final del proceso, con ello se garantiza al consumidor la auténtica calidad de los Lechazos de IGP.
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