Con motivo de nuestra Feria Churra y al hermanamiento que ANCHE llevará a cabo con CONFELAC, entrevistamos a su presidenta, Jone Etayo San Martín, quién nos esboza la actualidad de su entidad, los objetivos más inmediatos y las principales ideas de sus nuevos proyectos.
¿Cuál es la historia de la Confederación de Asociaciones de Criadores de Ovino de razas Latxa y Carranzana?
CONFELAC se constituyó en el año 1990 y fue en ese momento cuando el MAPA reconoció a esta entidad para la gestión del libro genealógico y el Programa de Mejora de las razas Latxa y Carranzana. Pero las 4 asociaciones que actualmente conforman la Confederación (ACOL-Bizkaia; AGORALA-Alava; ASLANA-Navarra; ELE-Gipuzkoa), fueron creados a comienzos de los años 80. En aquellos años, existía la amenaza de la introducción de razas foráneas más productivas y es cuando se comenzó con el diseño del Programa de Mejora de las razas Latxa y Carranzana. Así pues, a principios de los 80, con la creación de las asociaciones territoriales se comenzó con el Control Lechero y podemos decir que marcó un comienzo también en la estructuración del sector. Hoy en día, podemos decir que la semilla que se sembró hace casi 40 años ha dado sus frutos y que esto ha sido gracias al trabajo continuo y de colaboración entre los múltiples agentes que están implicados como somos los ganaderos, pero también están los técnicos de las asociaciones, investigadores, centros de inseminación y como no el apoyo necesario de las administraciones
¿Qué potenciáis y defendéis en vuestra asociación?
El objetivo principal es la defensa, el fomento y conservación de estas razas que sabemos que son las que mejor adaptadas están al entorno donde se ubican. Para ello, el objetivo inicial del Programa de Cría fue la mejora de la cantidad de leche, buscando siempre la rentabilidad y la conservación de las razas, pero sin olvidarnos de las condiciones de manejo característicos, sabiendo que esta va a ser la mejor manera de conseguir que estas razas perduren en el tiempo. Tras unos años de andadura y con el programa consolidado, en el año 2000 incorporaron nuevos caracteres a mejorar como es la morfología mamaria y también el carácter de la composición de leche.
El aprovechamiento del pasto supone un recurso de alimentación muy importante en el sistema de la Latxa y algo característico en el manejo de nuestros rebaños.
¿Nuevos proyectos de futuro?
Ahora mismo se ha dado un paso muy importante incorporando la genómica al Programa de Cría. Esto va a permitir que todos los caracteres para los que se está trabajando se valoren con una mayor fiabilidad y también se van a dar los pasos para dar un mayor impulso en la mejora del carácter de la composición de la leche realizando las valoraciones con el método de controles, ya que hasta ahora no se le ha podido dar todo el impulso que se quería.
Otra de las cosas que nos preocupa también son los resultados de baja fertilidad a la inseminación artificial en algunos casos y la ralentización que esto conlleva en los programas de Cría. También está el tema de la falta de relevo generacional, pero esto creo que es un tema que ya va más allá de la propia raza.
¿En qué situación se encuentra el pastoreo en Euskadi y Navarra?
El manejo de la raza Latxa siempre ha estado ligado al pastoreo, así continúa siéndolo y así queremos que siga siendo también en el futuro. El aprovechamiento del pasto supone un recurso de alimentación muy importante en el sistema de la Latxa y algo característico en el manejo de nuestros rebaños. En algunas zonas, la superficie compite muy estrechamente con el suelo urbanístico y esto hace que a veces sea difícil la continuidad o la incorporación de gente nueva en el sector.
¿Cuáles son las características más destacadas de la Raza Latxa?
Podemos decir que es una raza rústica de aptitud lechera, que está muy bien adaptada al medio y condiciones donde se ubica. El manejo reproductivo que se hace es de un parto al año, en el otoño o invierno en función de la zona. El manejo de los rebaños está muy ligado a los recursos pastables. Es decir, en el otoño-invierno, en el momento de la paridera, amamantamiento y comienzo del ordeño, el rebaño permanece estabulado. Esto generalmente coincide con la época de mayor necesidad y la alimentación en ese momento se basa en forrajes propios y/o adquiridos, suplementando con pienso concentrado. En primavera y cuando la climatología lo permite, las ovejas empiezan a salir a pastar y en junio, o finales de julio, agosto es cuando se secan y suben a los montes comunales o pastos de montaña, donde permanecen en el periodo de cubriciones. Es a final del verano u otoño cuando vuelven a los pastos de alrededor de los establos.
Se nos está pagando el mismo precio que hace 30 años cuando los costes de producción han seguido subiendo así que no hay que hacer mucho balance para ver el margen que queda de la producción de corderos.
Con lo cual es una raza que se ha mejorado mucho pero que está mejora se ha hecho teniendo en cuenta el manejo tradicional ligado al medio. Esto creemos que es la clave de éxito del programa de mejora.
Pero no todo es positivo, actualmente, vemos que además del queso con un prestigio reconocido que se produce bajo las D.O. Idiazábal y Roncal, también se obtiene el cordero lechal, que es de excelente calidad pero que desgraciadamente, a los ganaderos, el ingreso que nos queda de la venta de este producto es algo ridículo. Hoy en día, se nos está pagando el mismo precio que hace 30 años cuando los costes de producción han seguido subiendo así que no hay que hacer mucho balance para ver el margen que queda de la producción de corderos.
Otro problema que tenemos es la lana. Hace unos años, se obtenían ingresos importantes, después pasó a que por lo menos se podían cubrir los gastos del esquileo, pero hoy en día además tenemos que pagar para que nos lo retiren.
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