La asociación de criadores de Mastín Español será protagonista el domingo 21 por la mañana con una exihibición de esta raza tan importante para el sector ovino. Hoy entrevistamos a su presidente y juez Internacional de Mastín Español, Francisco Javier Torrijos, quien asegura que ellos apuestan por la defensa del actual estándar de la raza reconocido por la Real Sociedad Canina de España (RSCE) y por tanto por la Federación Canina Internacional (FCI)
«A día de hoy, afortunadamente nuestros mastines pasan por un buen momento, hay muchos criadores formados e implicados, ésto hace que el fantasma de la desaparición de nuestros perros haya pasado de largo»
– ¿Qué es UCME y cuáles son sus objetivos?
Ucme, es una asociación de criadores de Mastín Español, con una idea acerca de la crianza de la raza muy similar y con una coincidente escala de prioridades a la hora de valorar cómo tiene que ser un mastín.
Uno de los objetivos es dar a conocer al público en general cómo es la raza, algo vital si queremos que la misma sea apreciada y así conseguir nuevos criadores y por tanto una mayor divulgación de la misma. Nosotros apostamos por la defensa del actual estándar de la raza reconocido por la Real Sociedad Canina de España (RSCE) y por tanto por la Federación Canina Internacional (FCI).
Animamos a todos nuestros socios y criadores en general a que realicen pruebas de salud de sus reproductores y a que cuiden del fenotipo reconocido y así poder mantener una homogeneidad en el tipo.
– ¿Cómo definiría al mastín español? ¿en qué se diferencia del resto?
El Mastín Español es una raza encuadrada en el Grupo II, molosos de montaña, según la normativa vigente. Se trata de un perro de gran desarrollo, el tamaño medio en su nacimiento está en torno a los 700 gramos, alcanzando los 90 kgrs de peso los machos y 75 kgrs las hembras en su momento que podemos considerar de finalización de su crecimiento coincidiendo entre los tres y cuatro años.
Son perros inteligentes, de gran belleza, que saben reconocer su poderío, hay muy pocas razas caninas con éste porte.
– ¿Cuál es la realidad histórica de la raza?
El mastín español es un perro muy vinculado a la península Ibérica. En la edad media siendo el rey de Castilla Alfonso X El Sabio, es cuando se establece el Honrado Concejo de La Mesta, dotando a los ganaderos de ciertos privilegios. Los grandes rebaños de ganado ovino se desplaza por las cañadas de norte a sur por toda la península y ahí nuestro mastín empieza a tener gran protagonismo defendiendo al ganado del ataque de los depredadores, por tanto de trata de un perro de guarda y defensa.
Una vez que la trashumancia va teniendo menos protagonismo y el número de depredadores decrece, ya no tiene mucho sentido criar perros tan grandes y en la primera mitad del siglo XX comienza un cierto declive de la raza. Afortunadamente en los años sesenta del siglo pasado entran en escena un grupo de entusiastas aficionados que tienen por objetivo recuperar a raza en todo su esplendor.
A día de hoy, afortunadamente nuestros mastines pasan por un buen momento, hay muchos criadores formados e implicados, ésto hace que el fantasma de la desaparición de nuestros perros haya pasado de largo.
– ¿Bondades para el sector ovino?
El ganado trashumante pasa tres-cuatro meses en los puertos del norte de la península. Allí no están exentos de ataques de los lobos y demás alimañas, siendo el principal defensor el mastín.
Es evidente que donde hay buenos mastines el número de bajas es mucho menor que en los rebaños donde no los llevan. Ësto hace que los ganaderos se provisionen de buenos perros pues en ello va la rentabilidad de su actividad.
¿Cómo ha sido la reintroducción del mastín español en el medio ganadero?
Normalmente no hay ningún contratiempo. Tenemos experiencia de perros nacidos en nuestras casas donde no habían visto ovejas en su corta vida, a los cuatro o cinco meses les llevamos a la montaña con ganado y se adaptan rápidamente.
Da gusto ver como en pocas semanas ya acompañan a la ganadería hacia los pastos. La buena mano del pastor también tiene gran repercusión en que el resultado sea óptimo.
– ¿Cómo se identifica de los sementales más adecuados?
Lo primero es conocer su procedencia, es vital estar al día de la genética de los futuros sementales al menos en tres o cuatro generaciones, así podremos tener una idea muy aproximada de los resultados que deseamos tener.
Valorar el fenotipo del ejemplar, desarrollo, proporciones, movilidad y carácter del mismo, y por supuesto tener en cuenta la ausencia de defectos que puedan transmitir a su descendencia.
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