Si nos preguntasen por la importancia de la recría, todos afirmaríamos casi sin pensarlo que se trata del futuro de la granja. Y es que, qué duda cabe de que la reposición es el futuro y que las mejoras que implementemos en las corderas de reposición permitirán que las ganaderías sean sostenibles y rentables en el tiempo.

Sin embargo, muchas veces no se le presta la atención que se merece. Históricamente, la reposición se ha visto como un coste, cuando realmente es una inversión en el futuro y en la sostenibilidad de las explotaciones. Diferentes estudios en ovino, y en otras especies como el vacuno, demuestran que lo que invirtamos en la recría hoy, mañana nos compensará con creces con los beneficios obtenidos, es decir, tendremos un retorno de la inversión.

En MSD Animal Health estamos convencidos de que una cordera sana es una cordera rentable. Y, por ello, damos un paso más en el liderazgo de la gestión de las granjas de pequeños rumiantes, incorporando el Plan Recría 10 a nuestro Proyecto G10, proyecto enmarcado dentro de nuestro objetivo de trabajar por el desarrollo del sector y que entendemos como algo dinámico y vivo, evolucionando de acuerdo con las necesidades del sector.

Nuestro objetivo a la hora de trabajar en recría debe ser que las corderas lleguen en las mejores condiciones posibles a su primer parto, pudiendo, de esta manera, mejorar los ratios productivos de sus antecesoras. Para conseguirlo, debemos trabajar cuatro pilares fundamentales:

Sanidad y bioseguridad: con un plan sanitario completo de las madres en preparto, conseguiremos incrementar la inmunidad específica y mejorar la calidad del calostro para sus crías para, posteriormente, implementar el protocolo sanitario en la recría. Todo ello debe realizarse siguiendo unas medidas de bioseguridad y buenas prácticas de vacunación que maximicen la eficacia del plan sanitario.

Alimentación: deberemos ajustar la nutrición de las corderas para que lleguen a la primera cubrición con el máximo desarrollo posible y así asegurar una buena fertilidad.

Manejo e instalaciones: los pilares anteriores se deben acompañar con un buen manejo de las corderas, así como unas instalaciones y condiciones ambientales óptimas que aseguren el bienestar de los animales.

El primer aspecto de la recría en el que nos centramos con el Plan Recría 10 fue el estudio de la Edad al Primer Parto (EPP) en las principales razas de ovino de España, teniendo como EPP objetivo los 13-14 meses. Es imprescindible prestar especial atención a las cubriciones de las corderas para poder gestionar su EPP y minimizar los periodos improductivos asociados al retraso en la misma. Además, el retraso de la EPP disminuye la duración de la vida productiva de los animales (intervalo entre la fecha de su primer parto y de venta por desvieje o la fecha de muerte del animal) repercutiendo, por tanto, de forma directa en la rentabilidad de la granja.

Otro de los aspectos a tener en cuenta para tener una Recría 10 es la detección de gestaciones múltiples. El diagnóstico de gestación mediante ecografía, una práctica habitual en el manejo de los rebaños, nos permite predecir el número de fetos, lo que a su vez nos permite ajustar la alimentación en preparto acorde a las necesidades de cada animal. Esto nos ayuda a minimizar el riesgo de toxemias de gestación, mejorando el desarrollo fetal y optimizando el peso al nacimiento de los corderos. Con esta información podremos gestionar los partos y el encalostrado de los corderos, con el fin de reducir la mortalidad, tanto de las madres con problemas de partos distócicos, como de sus crías.

Igual de importante es la valoración de la condición corporal de las hembras. Conocerla es fundamental para poder gestionar la nutrición del rebaño con el fin de incrementar los ratios productivos y la rentabilidad de la granja. Una buena condición corporal en la cubrición será determinante para lograr un buen resultado de fertilidad.

Por último, uno de los factores fundamentales con un efecto directo a corto plazo (sanidad) y a largo plazo (productividad futura), y en el que sin duda hay que trabajar para tener una buena reposición, es realizar un buen encalostrado.

En próximos artículos hablaremos de los puntos clave para hacer un correcto manejo del encalostrado.

Equipo MSD Animal Health